Deudas librescas, no se puede tener todo: Piglia y Alan Pauls.. 

Escenarios futurizos

 Será la visión o será la catástrofe. 

 La escritura está en el origen de la división del trabajo, según Lévi-Strauss. No hay escritura sin opresión, sin desigualdad social, no hay escritura sin Estado. Pero la escritura es vista también como el origen del espíritu de rebeldía... (Piglia, Formas breves, p. 98)

Los finales son formas de hallarle sentido a la experiencia. Sin finitud no hay verdad, como dijo el discípulo de Husserl. (Ibíd., p. 119) 

 Entre la yoidad y sus circunstantes se interpone la ficción, cortesía de la casa, para colorear (mundos posibilitados) las relaciones y las identidades, para aliviar las tensiones y la inercia.

(Alonso Quijano sale del lugar: eso significa que va al libro. Así reza en una de las frases del inicio que nombran por una las cientos de veces de la lectura.) 

Un campesino en verano (eine variation)

 Se debe tener el carácter de agosto,

Estimar el poniente sofocante, los rastrojos

De la cosecha castigados por un sol impío.

Haber conocido el calor muchos años,

Para poder ver las retamas

enredadas en un aire turbio,

Los almendros, bárbaros en el espejismo

De los veranos; y no creer 

en ningún sufrimiento en el rumor del viento,

En el rumor de unas pocas hojas. 

Que es el rumor de este lugar,

Preñado de un viento idéntico

Que corre por el campo, calcinado, 

Para el que escucha, derrotado por el bochorno, dispuesto ahí, 

Que, nada por sí, observa

Aquello que no es y que es, en ese instante.

(Un espantajo, contra el mundo.) 

 Esto lo escribió W. F. F. :

... vino la Muerte y pasó su esponja por toda la extensión de la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos seres (…) con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y sus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de un solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde el infinito al infinito. (Cito de vozpopuli) 

 A cierta edad no se debe correr el riesgo de que surja un poemario, ni mucho menos una voz poética. Lo primero es tema incidental, de noches locas de antaño; lo segundo, temible, seña de integración definitiva en los arrabales de la burguesía.

Por demás, a ciertas horas, a lomos de un sueño flaco, se percibe la mezquindad, y lo que ha menester del olvido. No hay identidad sin falsedad. 

De la tortuga

En la carrera de la filosofía gana el que puede correr más despacio. O aquel que llega último a la meta, escribió Wittgenstein -escribe Piglia.

 Monsiváis, Elizondo, Piglia. Tanto monta. Trabajo. Mal estar.

 HTA. Elizondo, Piglia. Piglia, Elizondo.

 El uso de la cursiva, el entrecomillado en su punto y el sistema normalizado de citas son el signo inequívoco de la pertenencia a una civilización avanzada, digna acreedora a ser contactada por otras civilizaciones. 

R. P.

 a) Maldades sobre O. P., anacrónico en la figura del escritor como ideólogo:

...todos hacían de cuenta que lo oían porque era un poeta pero en realidad es obvio que Paz no fue otra cosa que un periodista, sobre todo eso, un gran periodista, un excelente divulgador de teorías y de hipótesis que entendía mal y transmitía bien. (pp. 166-167)

b) Piglia pagó su tributo sesentero... al maoísmo, tan liberador respecto al catecismo soviético y aun cubano. Cosas de la era. 

 Reposo en casa. Me estoy convirtiendo en pigliano. 

Siempre es bueno recordar, con Frege, que “everyone is presented to himself in a particular and primitive way in which he is presented to no one else”. Así se aseguran Descartes y las autobiografías, si es que realmente no se trata de lo mismo.

Lunes. Trabajo. Piglia. A veces me cuesta seguir el discurso. Preocupaciones de un padre de familia.

Domingo por la tarde, nada o casi. Anochece cada vez más pronto. El disgusto de cada año.

Hemerotecas

También está este punto de vista:

Los aguafiestas de la Asociación Plataforma de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo ya presentaron en septiembre, ante la Audiencia Nacional, una petición para que se prohibiera la marcha. Qué sabrán ellos. A fin de cuentas sólo son los hijos, los hermanos, los padres y las madres de los muertos. Esos que no pueden regresar. Los aguafiestas de la Asociación Plataforma de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo ya presentaron en septiembre, ante la Audiencia Nacional, una petición para que se prohibiera la marcha. Qué sabrán ellos. A fin de cuentas sólo son los hijos, los hermanos, los padres y las madres de los muertos. Esos que no pueden regresar.(En el diario Córdoba)

Me compro no uno, sino dos periódicos. Preocupación. ¿Me estaré volviendo analógico? Sería para preocuparse, en efecto, esta regresión personal en un universo socioepistémico tan avanzado como el de ahora, donde además la french culture se extiende como benefactora mancha de aceite. ¿Será la influencia de lo que leo en Piglia?

Tal día como hoy; platonismos

 Los políticos son los nuevos filósofos: dictaminan qué debe entenderse por real, qué es lo posible, cuáles son los límites de la verdad... (Piglia, Crítica y ficción, p. 97; en una entrevista de 1987)

 Trabajo. Correcciones. Viernes. Piglia. 

 Trabajo, sueño, un poco de Piglia. 

 Sin desperdicio, esto de Elizondo, en Camera lucida:

Cínico, superficial, moralista, ironía...

 Un coche viejo , una casa vieja, entre muebles anticuados, sin pátina. Una vida sin aura, ideal.

***

Puesto que el espacio es arjé esencial en la génesis y estructuración de la ficción bien lograda, poco tendrá que hacer quien no haya practicado los viajes y la visión de los bellos lugares -calles, casas, parques, ríos, paisajes domesticados uberhaupt. Podría entregarse a la descripción obsesiva y monocorde de la misma impresión tras la ventana, el mismo palo de la luz abandonado, idéntico cerro requemado, como quien fotografía lo idéntico que sin embargo es otro a través de los años y más allá de ellos. Es empresa no libre de riesgos y que se presta a una muy dolorosa melancolía. Pero sabe que en el fondo aquí está la physis, o sea el quid del negocio de (sin)vivir.

 Elizondo, Camera lucida. Escrituras felices. Atardecer. El cambio de estación no acaba de consolidarse. Vigilante de mudanzas ocasional.

 La experiencia es universal, durante un sueño. Algo que debiste vivir en la infancia y que no recuerdas. El contenido de un sueño que es verdad, pero que no se reconoce como propio. Al despertar se duda: si fantasía pura de la noche, somero invento; o si no, si realmente pasó así. Quien pierde la memoria no pierde la memoria de la infancia. Este caso es un poco distinto, porque no hay recuerdo consciente que legitime lo soñado. Algo distinto, pero también hay algo comun: la cosa está ahí y aflora.

Pero esta no es mi experiencia universal de tan común. Es el esquema que yo le doy a lo que he escuchado, porque lo que yo -lo propio pero de todos- quería decir lo he olvidado.

(Todo esto puede proseguir de unas formas que, de tan evidentes y socorrida, voy a omitir.) 

 Leo en el bar. Me acuerdo de la tv c. 1975. Clásicos del cine cómico, y una ejecución (¿esto último lo habré soñado?: la figura de un corazón allí donde estaba la diana).

"El yo de la narración no es más el sujeto unitario de la biografía, sino el experimentador ocasional." (Piglia, p. 158) Esto, ¿qué quiere significar? ¿Desde qué lugar escribe o habla esta sintaxis?

 Lunes. Trabajo. Piglia. 

 Realidad nacional: o misa y toros, o todo lo contrario. Por ninguna parte la zona suiza de la existencia, el Dasein matizado.

 La lectura es siembra. La cosecha depende mucho del clima y eso. 

 Piglia, Crítica y ficción. Excelente.

Filiación politica

 -Yo soy platónico, pero descreo de los filósofos. Un filósofo es el mayor de los cretinos cuando sale a la plaza.

Bonapartismos de hogaño, y de agora mesmo

 Poderoso de verdad, mantiene Espénglerez, es quien le dice a otro cuáles deben ser sus alimentos terrenales y con qué drogarse. Esto es, quien convence a los demás de los modos ortodoxos de preservarse y excederse. 

 Días mediocres. Piglia.

Trabajo. Solo leo autores argentinos. Me preocupa.

Tardes musicales

 Para hacer más llevadera la entrada en sus bisoños cacúmenes de la famosa distinctio aristotélica de potencia y acto, el Maestro Sigerio de la Hortichuela, aka El Rebuscado, plantaba al magro número de sus discípulos el enxienplo de quien está aprendiendo musica, quizás por imperativos ministeriales curriculares, enfrente de quien ya es un virtuoso si es que no un preferido de las musas. Pedía a sus alumnos que imaginaran los efectos bien diferenciados de unos y otros actuantes, los aprendices y los consagrados, en el oído de quien estuviera accidentalmente presente en dichas ejecuciones sonoras. Que compararan, otrosí, la elevación que es capaz de infundir en el alma el virtuoso, contra el gañido atroz, como si le hubieran apisonado la cola, de la flauta manejada por el principiante, y como este último hecho hizo exclamar a Kurtz: el horror, el horror! 

Ponerse con un libro de poesía, bien pasados los cincuenta, esclavo de todos los miedos, es algo a lo que se atreve solo quien ha proyectado el viaje a Sicilia.

Pero piensa que todavía no ha llegado el momento, o eso quiere creer. Aunque teme.

Para llegar a sus costas, pero no como un desgraciado al que el mundo ha hecho víctima sin pedirle permiso, primero tiene que vaciar su cabeza de esperanzas. Comprender la extraña independencia de personas y enseres, reales contra toda pretensión de la mirada. (Una ciudad, al fin, es lo que resta cuando la despoblamos de sus gentes.)

Quedará la nostalgia de los extraños, o lo que dicen los libros, pero este es un asunto muy diferente.

Llegar a Sicilia es volver a uno mismo, despojado de otras ínsulas, desnudo como la tierra. 

No es tarea agradable, mirar y no ver nada, solamente el sol, el paisaje, el agua.

Recuerda que solo entonces puedes entender el sentido de la ciudad. Convendría también el sonido de las campanas, a esa hora de la sombra mínima.

Trabajo. Libros. Me llega el Crítica y ficción de R. P. Páginas de un libro curioso de R. G. L., que tenía mediado. Muy buenas las pp. sobre el arma de Caballería en la R. A.

A cuatro manos

 Si yo tuviera al alcance de la vista un espacio amplio, como ese del norte en que el sol a veces luce lívido entre nubes ceniza y otras veces claro y rotundo contra el día, podría sentirme más nada que nadie, el último entre los seres. Debería callarme en ese caso, porque no puedo sellar con palabras la distancia, o quizás debería hablar un tanto, en forma de sentido homenaje a lo inmenso.

Sé que la ciudad es la forma personal de olvidar la pequeñez, con todas esas amplias avenidas y cuadrículas y torres, y los edificios con raíces tendidas hacia el cielo, acompasando la babel de los pueblos que se divierten y trabajan. 

Pero quizás los árboles y el agua de los estanques convidan a mirar la verdad, a buscar la carretera que se dirige al interior de la provincia, en silencio y sin cuadrículas, con nada más que el desorden de los bosques y el espejo azul de los lagos. Y las hojas muertas al paso reflexivo de los hombres y mujeres en otoño, cuando se atreven a mirar al borde del camino y hacia lo alto. 

 "La escritura deberá fluir cuando se acepta el fracaso. De lo contrario será una paparrucha."

 La vaciedad mediática se observa en el tratamiento extenuante que hace la TV del volcán de La Palma. Justamente porque el tema no es congruo con las normales preocupaciones polidemagógicas del periodismo. El volcán no va a entrar en razón.

Mucho más adecuada a la calidad de la prensa es la hermeneusis del gol de Mbappé ayer en la final de la Liga de las Naciones. ¿Había o no orsay? Esto sí que es un desacuerdo epistémico.

Modelos de conducta

 "Nací el 24 de noviembre de 1941, he buscado en los diarios las noticias de ese día." (En los Diarios de R. Piglia)

5X. Las portadas recogen la onomástica del J. E., y la solemne inauguración del curso universitario. En la tercera página (La V.) , sin embargo, viene un anuncio de medias, una para cada circunstancia. El contexto importa.

Ese día, Inés hace estragos en Miami y la aduana de Gibraltar se declara de tercera.

(Curiosos desfases o mixtura de tiempos, los que se pueden observar en las portadas.) 

 Puedo hacer una biblioteca, modesta, con los libros que creía que tenía o tenía y he perdido. La mudanza de los tiempos, las mudanzas, produce este desorden. 

 -¿Ganaremos?

-Pues no. Culpa del VAR o no.

(El fútbol es el pan circense, sobre todo cuando se pierde. Sigamos con Piglia.) 

 Hay que saber llevar el que a los ojos de los extraños, de aquellos con quienes compartimos un trecho del camino, aunque sea mínimo, aparezcamos como un poco ridículos. Nada importa, al fin.

 Un viaje en el tiempo, en ese río, no tiene por qué ser un acontecimiento feliz. La aceptación no es motivo e alegría. 

 Corrección de textos. Dolor de cabeza.

 Volviendo a lo analógico. Me compro el periódico. Hoy C. viene con el suplemento cultural, que está bastante bien aunque sea "provinciano". 

 Opinión pública, opinión impúdica. Me siento muy pesado. Piglia.

Félix y Mus, el encuentro final

 Entre un gato que dice fu y un ratón que se lamenta ay! se interpone un camino de longitud x con una anchura de y que va decreciendo conforme a t. Cuando y=0 se da la vuelta el ratón, sumiso al azar, y el gato ñam. (Luego el exégeta se atreve a hablar de la ley a ti destinada, como si Nada fuera una puerta a la esperanza. Como si alguna vez hubiera existido esa posibilidad.) 

Estábamos kafkando

 El relato significa que estamos presos entre nada e infinito, y que al cabo son lo mismo.

 Piglia. Hume. Por lo demás 55 es un hermoso número, en algún respecto. 

Trabajo. Dentista. Pánico.

 Entre el espacio y el habla: cualquier película de Rohmer. Y funciona.

Anomia

  La ley sin publicidad es la tapadera del crimen.

Del arte moderno

 Una superficie pintarrajeada de la manera más tosca contiene un cierto lustre de colores y exactitud de imitación que representarían bellezas en la medida en que despertasen la mayor admiración en la mente de un campesino o de un indio. (Hume, "De la norma del gusto") 

 A la necedad española le correspondería vivir a espaldas del (de lo) español, que es mucho más que España, evidentemente. Que ni siquiera es mayoría en número. Piglia. M. Caparrós. 

 Se miran accidentalmente los noticieros de la TV.

Se comprende que a cierta edad, y para cualquier época, se encuentran los fundamentos prácticos de la moral en, pongamos, Confidencias de Visconti. Toquemos madera, eso sí. 

Informe paraclínico

 Me compro el periódico, como antes. El olor del papel y la tinta, sí puede ser... Aunque ha pasado tanto tiempo... Ahora, el problema de fondo es el mismo: el bloqueo, la niebla. 

 Nos demanda el maestro Tiburcio Montalbano de Maicena que extraigamos las diversas y enmatriuskadas falsedades y tracerías contenidas en esta parrafada de R. Piglia:

Lo gnómico de su decir no empece lo perentorio de la actuación solicitada, hemos de aclarar. 

Echaba uno de menos al eminentísimo Cuenca Toribio, con el que tengo adicción, en el Diario Córdoba. Hoy principia de esta guisa, en la tercera entrega que le dedica a la fundación de la UCO:

Aproado el último tercio del siglo XX, la, estéticamente, deslumbradora ciudad de Córdoba escaseaba de grandes centros de cultura humanística, con la excepción resaltada de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes y, en diversas parcelas de su meritoria labor, el Real Círculo de la Amistad. Venturosamente, sin embargo, de modo igual a lo registrado en otras muchas urbes capitalinas del tardofranquismo, contaba con algunos clubs cívicos de primer orden, entre los que de manera peraltada sobresalía el mítico Juan XXIII, pilotado de forma envidiable por aquel patricio llamado D. Luis Valverde, auténtica figura prócer de la Andalucía de la época, dentro de una saga por fortuna aun no extinguida.

Pero hoy don José Manuel está léxicamente muy temperado o acomodaticio, y no ha sido menester echar mano del Drae. Lo cual es de agradecer, estimando una de las vertientes de del asunto, pero que por otro lado humilla el connatural masoquismo de quien precisa, en intervalos medidos, ver servido en azogue fiel el plato de su tamaña ignorancia.

 El pasado es un texto de aroma e incomprensión, un tejido de nostalgia y lo contrario.. 

 El votante es sujeto de derechos, no objeto. Ergo un imbécil.

 J. Las intendencias de la salud. Dos libros: Piglia y Orwell.