22 de diciembre de 2007

Conversado

¿Apresar el instante? Para nada, muy lejos estamos de esas demónicas tentaciones: equivalentes a la pretensión de conocer el tiempo. Lo que, ya como mero acto de la voluntad o del querer caprichoso (lo que es lo mismo, pero no informado por la inteligencia), representa un pecado: un acto de soberbia que no se puede permitir el sujeto de horrible mentalidad que únicamente puede dejarse ir (entregarse, de manera humilde). El sujeto: es decir, el yo: terrible compañero---

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