... , intentan las palabras apuntar a una conexión de ideas: una burguesía piadosa (cumplidora, rigorista, pacata, moralista: i. e., todo lo bueno que hay) aliada con quien no tiene nada especial que perder, aglutinada esta masa por un mensaje de pureza ideológica transclasista (pues consideradas, desde el cielo, todas las diferencias mundanas son una nada nimia)... este conjunto, que ya impresiona por sus elementos, tiene que dar lugar a (hacer emerger a la superficie de las apariencias) o recibir un nuevo nombre (la producción de una cosa es su denominación) que cada uno sabrá adivinar a su modo: dictadura, totalitarismo, fascismo, colectivismo, etc.
No es fácil, ciertos días, aportar un comentario personal que a uno mismo (su juez único, el más duro) le parezca adecuado a los hechos del mundo. es decir, plantarse uno con su pequeña y mala letra delante de la realidad gigante, sangrienta, irracional. Amamos la libertad y queremos ser prudentes: nos gustan las contradicciones. A nosotros, que cuando vislumbramos la Idea la adoramos en su silueta de interrogación (precaria, doliente, marginal, surreal y amistosa...)---
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