15 de diciembre de 2007

Críticas escolares (casi), Kapuscinski

El Sha o la desmesura del poder, Anagrama: Pensemos que el subtítulo contiene gran parte de la verdad del asunto: un poder sin medida, imprudente e inhumano, absoluto despreciador de aquellos a los que administra. Un poder ilegítimo que se va haciendo más ilegítimo con los años, conforme avanza su crueldad y distanciamiento de un pueblo miserable, que ve en la revolución político-religiosa, en el consuelo de las mezquitas, la única posibilidad de salvarse, aquí en la tierra.

Para pensar: la hybris desarrollista de los últimos años del Sha (no sólo en la búsqueda de un absurdo poder militar, sólo por debajo de EE. UU. y la URSS) se acompaña, a lo largo de todo el tiempo, con el silenciamiento o falsificación de las palabras: porque se las teme, y lo que se teme se desprecia. Se odia la palabra encarnada, la palabra humana, el derecho de las gentes---

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No hay progreso con censura: sin la mínima libertad de decir, equivocarse, acertar; sin la capacidad efectiva y garantizada de renovar los caminos del lenguaje y de la ciencia---

Pero, como se nos dice al final del texto de K. el polaco, la cara sombría del reinado corrupto, disparatado y criminal del Sha puede seguir mirando y decidiendo: tan grande es su daño, su herencia---

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Pues eso: Kapuscinski, el viaje en busca del texto; /el poder que se manifiesta -asqueroso, asesino- a través de un gran sarcasmo: el de K. el autor/---

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