La muerte de Dios: el horizonte borrado, según La gaya ciencia---
Ningún lugar a donde mirar en un sentido preferente, mejor que a cualquier otro; pura indiferencia, mala infinitud---
(Por lo tanto, supresión de las perspectivas.)
(Pero, ¿no es éste el camino del espacio abstracto abierto por la mathesis moderna? Abierto por su magnífica, engañosa y fría incomprensión.)
¿Quién se pone en marcha? Sin camino porque no hay meta: indiferencia, posibilidad abierta, nada para construir, en el terreno baldío---
(Caída y errancia: dice el texto de N. Libertad: sin cadenas solares, divinas---)
...
Pero no somos nosotros los culpables: borramos el horizonte, desecando su agua, porque alguien nos otorgó la esponja. ¿Un acontecer?
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