Vi un pájaro negro muerto, tumbado sobre la acera y con las alas abiertas. No sé si era mi alma. Aquí está el dilema: puede querer decir que mi alma negra, mi vida falsa, han desaparecido para encontrar algo mejor (conversión al reino de los cielos); pero igualmente puede querer decirme la visión (accidental) que yo soy así y que no tengo remedio, que la salvación es la muerte---
Depende de si se cree o no se cree---
¿Quién cuenta estas cosas? ¿Por qué mentar el dolor del mundo?
Yo solamente soy aquél que rehuye las interpretaciones y que se va fijando en los rescoldos y en la hez, en las cosas que dejaron de serlo y que, en sus restos, portan todavía algún tipo de mensaje---
Pero ¿quién habla y para qué?
No hay comentarios:
Publicar un comentario