5 de junio de 2007

Resurrexit

(Público y privado, more kantiano-ilustrado)

Inscrito en piedra, frío, resguardado del sol y del viento, improductivo:

"Lo que leía allí le era devuelto al mundo con palabras diferentes. La letra primera había sido olvidada, y únicamente quedaba la constancia del significado: sin recordar los detalles, podía decir con verdad que no se había olvidado de lo esencial, y que por eso podían contar con él.

...

Lo demás era un empeño suicida por encontrar la intención primordial de unas palabras que se podían encontrar al azar, en cualquier parte. Cosa de locos, de idiotas, confabulados en su cerebro contra el mundo."

***

Una voz impersonal traiciona lo que se dice, entre la perplejidad y el asco del mundo: se ha entrado en la cueva más calurosa de la subjetividad, sintiendo desesperación y deseando que la cena del dolor acabe cuanto antes, para irse a ninguna parte. No sirve. El esqueleto de una idea se mueve delante del espejo, tú mismo, tu fantasma: nocturnal y romántico -el flaco deseo a que te limitas-, presencia de unas horas en que se han apagado las bujías.

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