Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
27 de junio de 2009
Lo que el liberalismo prohíbe
Envidia, ira, celos quebrantan el derecho general (el de un individuo tanto como cualquier otro, para buscar su felicidad o infelicidad). El liberalismo, por lo menos el mío personal, se basa en una creencia (beliefs, no fundamenta!) en la imposibilidad de decidir los seres humanos cuáles son las verdades, incluidas las suyas propias (imposibilidad de decidirse, errancia perpetua). Realmente no sé yo si esto es así o no lo es. Sin embargo, a mí me parecen congruentes el laissez faire y la duda epistemológica. Ya sé que el absolutismo platónico o teocrático arranca de esas dos fallas (de la convivencia política -el liberalismo- y de la ciencia -el escepticismo) y que quiere erradicarlas para siempre. Lo sé, pero no de qué manera esas dos formas de la tolerancia viven en simbiosis. Beliefs, dije. De un mal razonador. Ps. Pero cuidado con tirar por la borda amor, justicia y voluntad, en el empeño por erradicar las malas pasiones degeneradas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario