(Sobre pedagogía)
El sesgo, subjetivo, avecina peligrosamente con la tendencia o propensión de los hechos, objetiva. ¿De qué sirve que te concedan esto? Tu misma insensatez te hace buscar un espacio sombrío, olvidando lo que te dispuso el destino. Allá tú.
Seamos honrados, filosóficos: no vamos a dejarnos llevar por los prejuicios... Así que vamos a incitar la voluntad ajena, a ver lo que ocurre. ¿Sabemos, sin embargo, lo que pasa, si la voluntad ya se rindió?
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