(Yo me entiendo: días, nombres no puestos)
Qué suerte que el surtido de máscaras esté a disposición del ciudadano para permitirle cuidar su imagen, para dispensarle de inconvenientes verdades. Está la del hombre serio, dominador aparente de las situaciones, carente real de cualquier dominio. También la del frívolo y risueño, del indiferente, licuado por dentro con (a causa de) su propia sinrazón. Ni domina ni es alegre. Que pueda escribirlo, que no caiga en la horrible tentación de la self pity. Escribir, seguir: voluntad se tiene.
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