Las verdades dependen de la voluntad, representan un riesgo asumido. Contra lo que sostiene W. la voluntad sí que producto efectos mundanos, sin que los límites del globo se inflen y aumente su colorido. Han cambiado los hechos, puede que la coloración y tono vital no. Queremos creerlo, sostienen los abúlicos. Pero de todas formas 6.43 del Tractatus… plantea un problema obsesionante, existencial. Terrorífico. ¿Cómo va a decir uno que su vida ha sido maravillosa? Duelen mucho más las palabras que los golpes: cuando el ánimo se encuentra demasiado estragado.
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Lo que escribo tiene el valor de la base de datos colectiva en la que se incluye.
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¿Intelecto agente? Para nada. La memoria de una máquina, los desvelos de un intérprete, la pesadez de un erudito, el olvido de Dios.
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