"Hasta aquí, es posible explicar la `equivocación´ política de Heidegger en razón de su inexperiencia, verlo como un sabio ingenuo y cándido al que la teología medieval, la filología griega y la metafísica de Occidente no habían preparado para diferenciar en la vida social al idealista del gángster (Vargas Llosa, "Führer Heidegger", en Desafíos a la libertad, Alfaguara, 2005, p. 262)
No obstante: la idea de la ingenuidad heideggeriana no se sostiene. Actuaba por convicción, sin hacerse reproches morales por participar de una doctrina criminal con consecuencias criminales. Podía ser un delator, una mala persona. (Que no lo digo que no lo fuera en general.) Por ahí sigue el texto del escritor hispano-peruano. Y también mienta los empeños de los seguidores del maestro por separar la vida de la obra, la pureza de esta última del encanallamiento de la primera. A vargas Llosa este intento le parece un signo de la debilidad de la filosofía. Pues ¿qué ha de ser sino debilidad y decadencia un sistema de ideas y proposiciones separado, abstraído, de la vida? No estaría yo tan seguro... A mí me parece signo de la inconsecuencia radical de los seres humanos, que no hay por dónde meterles mano...
Por cierto: Vargas Llosa, que como liberal se pronuncia inequívocamente acerca del carácter erróneamente criminal de los intentos, "constructivistas", por plasmar ficciones e ideologemas en la historia, del signo que sean, me parece a mí que se equivoca cuando sostiene que el desarrollo histórico ha servido para contrastar tal o cual teoría liberal (o sea: Hayek). No vamos a dejar de creer en la superstición de las construcciones teóricas utópicas, para cambiar de religión, y ponernos a venerar las proposiciones básicas del día. Porque proceder así salpica al mismo Vargas Llosa: lo que entonces parecía evidente, ahora no lo es... No es cuestión de que me ponga a hacer recuento de sus errores. Aparte: Desafíos a la libertad me gusta mucho más como recopilación de artículos liberales (de los primeros 90, cuando ya era un escritor maduro y ya liberal probado, en El país y otras publicaciones) que Sables y utopías, que no está mal... y que espero que me convenza más dentro de unos años...
***
Utopismo: el del liberalismo que supone el carácter angélico del mercado, la identidad pura de libertad y propiedad como santa "forma" correcta de las relaciones humanas... De ahí que a mí el thatcherismo y reaganismo de V. Ll. me chirríe, pensando como pienso ahora, y viendo lo que creo que veo...
No obstante: la idea de la ingenuidad heideggeriana no se sostiene. Actuaba por convicción, sin hacerse reproches morales por participar de una doctrina criminal con consecuencias criminales. Podía ser un delator, una mala persona. (Que no lo digo que no lo fuera en general.) Por ahí sigue el texto del escritor hispano-peruano. Y también mienta los empeños de los seguidores del maestro por separar la vida de la obra, la pureza de esta última del encanallamiento de la primera. A vargas Llosa este intento le parece un signo de la debilidad de la filosofía. Pues ¿qué ha de ser sino debilidad y decadencia un sistema de ideas y proposiciones separado, abstraído, de la vida? No estaría yo tan seguro... A mí me parece signo de la inconsecuencia radical de los seres humanos, que no hay por dónde meterles mano...
Por cierto: Vargas Llosa, que como liberal se pronuncia inequívocamente acerca del carácter erróneamente criminal de los intentos, "constructivistas", por plasmar ficciones e ideologemas en la historia, del signo que sean, me parece a mí que se equivoca cuando sostiene que el desarrollo histórico ha servido para contrastar tal o cual teoría liberal (o sea: Hayek). No vamos a dejar de creer en la superstición de las construcciones teóricas utópicas, para cambiar de religión, y ponernos a venerar las proposiciones básicas del día. Porque proceder así salpica al mismo Vargas Llosa: lo que entonces parecía evidente, ahora no lo es... No es cuestión de que me ponga a hacer recuento de sus errores. Aparte: Desafíos a la libertad me gusta mucho más como recopilación de artículos liberales (de los primeros 90, cuando ya era un escritor maduro y ya liberal probado, en El país y otras publicaciones) que Sables y utopías, que no está mal... y que espero que me convenza más dentro de unos años...
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Utopismo: el del liberalismo que supone el carácter angélico del mercado, la identidad pura de libertad y propiedad como santa "forma" correcta de las relaciones humanas... De ahí que a mí el thatcherismo y reaganismo de V. Ll. me chirríe, pensando como pienso ahora, y viendo lo que creo que veo...
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