25 de marzo de 2012

El emperador y sus mandarines


Qué gordos se les ve, qué lustrosos, qué pagados. (El Alcalde y sus apóstoles.)

Viéndolos en el balcón, en esta foto "norcoreana", me pasa por la cabeza (soy tan pobre que yo no tengo ideas, sino que me atraviesan, como siendo de otro, tan rápido que no puedo yo ser su ladrón, bla bla), me pasa por la cabeza la idea de que no es nada extraño que Tom Wolfe escribiera a la vez Quién teme a la Bauhaus feroz? y La hoguera de las vanidades. Y tampoco me parece raro considerar un renovación de la filosofía, su nuevo hogar, su nueva casa, y el ser que trae con ella, en la forma de un periodismo cultural, que ve en la Kultur los guiños que el sistema del poder envía por sucesivas emanaciones, hasta el tercer estado. Bla bla.

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