"A lo largo de esta parte el hombre-ratón, el narrador, se vuelve una y otra vez hacia un público de personas que parecen ser filósofos aficionados, lectores de periódicos y lo que él llama personas normales". (A propósito de las Memorias del subsuelo de F. D.)
¿Asistimos a una devaluación de la filosofía, y su prima la opinión pública, o más bien a una devaluación del ser humano? Porque, ¿qué tiene lo normal para valer más que la razón (cuyo ámbito sabemos fehacientemente que está en la filosofía)?
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