No leemos lo que escriben Dostoievski o Flaubert acerca de la materia de la que tratan. Sino lo que escriben Nabokov o Vargas llosa, qua lectores de primera, sobre Dostoievski o Flaubert. Si pudiéramos, nosotros leeríamos lo que escribe al respecto el autor de alguna tesis acerca del autor ruso y el autor francés... leídos por el autor ruso-americano y por el autor hispano-peruano. Nos atreveríamos, llegado el caso, también nosotros a pergeñar unas humildísimas líneas, tirando de lo que sostiene el investigador acerca de lo que sostienen N. y V. Ll. acerca de lo que sostienen D. y F. acerca de su materia literaria. La vida, perdida en esta endemoniada hiperformalización. Nos atreveríamos, llegado el caso, a echar de menos al creador. Y si nosotros... Pero no, no es el tiempo. Ya no es el tiempo, o todavía no lo es. O no fuimos convocados por el destino correspondiente.
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