Una persona ya madura, como tendría que serlo uno, con responsabilidades y el tiempo goteando en la conciencia (sé de la mortalidad desde hace ya), no debería entretenerse en elucubraciones estúpidas, en darle vueltas a la cabeza con lo que quiere decir esto o lo otro.
Aceptar los límites... y venerar, que mantiene Nietzsche que corresponde a las almas nobles. Que por esa razón son pocas (visto en Colli, Después de Nietzsche). Esto es, que el egoísmo representa la ley, aunque sea en la forma un poco infantiloide de un trastorno mental in nuce o no excesivo.
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