13 de marzo de 2007

Significados

¿Qué se quiere decir? (En general.)

Suponemos que la intención cuenta, al hablar y al escribir, que se deben encadenar las razones: determinados a la claridad y la exactitud, construimos eso que se denomina lógica, orden, discurso.

Las razones están ahí siempre, aunque no afloren a veces a la superficie: no se podría huir de unas reglas de cortesía que aportan los cimientos de la moral, porque ésta se determina socialmente en el seno de una élite (la corte, la nobleza, el ocio...) Si bien esto sucedió hace muchos años.

Existente esa razón, como regla lógica escrita o como funcionamiento espontáneo del cerebro, alma o cerebro -existente y real, no es reconocida a veces; ni la intención de ser claros queda a la altura debida...

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¡Cómo nos gustan las metáforas! Un río, ¿por qué? Una materia y una forma, un movimiento. Sí. Una meta del cambio, en el principio. Igualmente. Disponiendo el sentido del cambio; señalando a priori las razones: porque una inteligencia debe regir todo ese asunto. Una regencia, un soberano en la tierra, un dios en el cielo...

Hablando se corre peligro de dar ideas al tirano, más si se graba lo dicho, con el error de la escritura... Tardomodernos, prácticamente vivimos en lo escrito, en el papel y en el aire: la tecnología ha vuelto invisible lo escrito, etéreos los archivos, sin el olor rancio o seco del papel.

Poesía, lengua y pueblo: la ideología liberal-romántica afirmará en esta poco santa trinidad la libertad de un yo que se exalta. A medio camino, en el siglo XIX, derrotado por la ciencia de los solos hechos, ese ego se oculta. Para volver enloquecido de ideología transformadora, en una era de masas que ha perdido la decencia (porque Dios ha muerto, y la moral). Dichtung, volk, crimen: una fatalidad de la lengua poética, la exultación delincuente de la razón...

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(Sintió una gran alegría, dejando de adorar, admirada de las estrellas de la noche, cuando le daba el aire frío en el rostro y el olor a aceite sucio en el asfalto, juntando la memoria de desaparecidos y vivientes. Quería pensar que era la misma luz incomprensible la que viene de lo lejos y del pasado -años luz- y la que se veía en el pueblo a lo lejos, y resguardando pequeñas cuestiones domésticas en las casas a los lados de la calle silenciosa. Yo, razón, pobreza, reconocimiento.)

1 comentario:

conde-duque dijo...

"Hablando se corre peligro de dar ideas al tirano, más si se graba lo dicho, con el error de la escritura... Tardomodernos, prácticamente vivimos en lo escrito, en el papel y en el aire: la tecnología ha vuelto invisible lo escrito, etéreos los archivos, sin el olor rancio o seco del papel.

Poesía, lengua y pueblo: la ideología liberal-romántica afirmará en esta poco santa trinidad la libertad de un yo que se exalta. A medio camino, en el siglo XIX, derrotado por la ciencia de los solos hechos, ese ego se oculta. Para volver enloquecido de ideología transformadora, en una era de masas que ha perdido la decencia (porque Dios ha muerto, y la moral). Dichtung, volk, crimen: una fatalidad de la lengua poética, la exultación delincuente de la razón..."

No me atrevo a decir nada, para no estropearlo. Sólo me quito el sombrero y me inclino.
(Bueno, sí, una duda: ¿la "ideología transformadora" serían las vanguardias de Entreguerras?)