... los dioses deciden, cuando niños y jugando. Ninguna seriedad tras este estar conscientes en que consiste la vida. Cuando se cierra el telón la mentira es mayor.
Si por lo menos los niños fueran tejedores, ilusionistas, titiriteros... Pero no, quieren romper los hilos porque se aburren.
De esta frivolidad viene la muerte; al otro lado de la esquina de la conciencia, donde nunca nos asomamos.
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