Desde el inicio de la era moderna se aplica la mecánica a los cuerpos muertos que estudia la anatomía. Un relojero intenta poner en marcha, o nada más intenta ver lo que pasa, la apariencia inerte de un ser humano. Las leyes físicas están ahí (descubiertas), la muerte ha estado siempre. Convengamos entonces en que las fechas nos sirven convencionalmente, igual que una herramienta para empezar la narración; que, por tanto, los hechos referidos en las proposiciones que se basan en esa fechas no tienen otro estatuto que el de convenciones, también. Pero surgieron los anatomistas, las leyes de la fuerza (impresa) fueron publicadas en libros, la Parte V del Discurso... cartesiano escrita a manera de una invitación o una premonición. Mathesis, ciudad, orden, racionalización, etc. Bastaba con que el Dios desterrado del latín y las iglesias oscuras se acogiera a la protección de la voluntad de cada uno, a su arbitrio soberano, para que otro, una vez que los soberanos terrestres habían perdido la tierra, o poco antes o poco después (ya sabemos que las fechas no ...), se atreviera a imaginar en los transeúntes tan distintos (los viajes nos hicieron conocer la diferencia) la posibilidad de una anatomía, en esos cuyas caras alegres y pasos rápidos parece que quieren huir a toda costa de ella, de ser estimados como relojes muertos.
Foucault, vía.
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