Un filósofo no puede renunciar a la fascinación por el mal, a llevar su vocación de verdad y su conciencia moral a los bajos fondos, al mismo infierno. Le puede llegar la muerte, pero que sea crucificado delante de la verdad... Soy impreciso, tengo prisa, me da igual...
Por contra, Sergio González es muy claro, y a ver si no te parece cierto que Sócrates estaba en un error del que sólo le libraba su grandeza personal. Pero sí, lo sabes mejor que yo. Sócrates estaba en un error y los héroes y los mártires no edifican ciudades. En la ciudad finita el mal es real y disculparlo es incomprensible.
-¿Qué tipo de abusos?
-Las torturan y las mutilan antes de ser violadas. Después las asesinan. En muchos casos se asfixian por estrangulamiento.
-¿Por qué ese sistema?
-Porque en el momento en que se las asfixia mientras son violadas los esfínteres anales o vaginales tienen convulsiones extraordinarias que proporcionan un placer adicional a esos sujetos. Criminólogos y médicos expertos así lo explican. No es mi invención. Yo no escribo fantasía, infortunadamente.
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