Claro que sí. Ayer lo pensé. Chez Maud hace unos años, o desde siempre.
An cá su prima, la otra noche. Ayer pensé que no escriben los seres felices, los que deben emplear su inteligencia en asistir al mundo que los contempla. Su razón, por ello, no les obliga. Son. Jansenista, pero real, esclavo... tengo
que ser. Escribo. Contemplo el mundo, pero no asisto a sus nupcias.
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