... , el miedo los mantiene no sin desazón de que las culpas presentes hayan de pagarse después---
Dejé de pedir auxilio a la razón para que me diera argumentos plausibles de que el gran Gerard Piqué, defensor blaugrana, no había acometido con culposa mano el balón rival en el área prohibida. No hubo respuesta y hubo que dar paso a la fe.
De lo cual infiero la seriedad simbólica del fútbol. (Aparte del hecho de que yo amo inferir. A las personas serias con dificultades para la verdad nos gustan estas cosas.)
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