19 de mayo de 2009

¡Qué maravillosa ...

... la claridad súbita alcanzada sobre el curso de los hechos!

En mitad del bosque se ciernen los pensamientos sobre el Abatido, con su negrura de otras épocas de tisis y desesperación, cuando el malestar del alma era una con el del cuerpo. En medio de los peligros, de esas fieras de pensamientos que han tomado alas de sombra, cualquier dirección que se tome vale, con tal de que sea consecuente...

... Los hechos, los malditos. Tenemos que alejarnos de su círculo infernal, cuando la evaluación emocional realizada no genera más que sufrimiento. Vade retro.

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