... ni ganas para escribir lo que quería escribir cuando llegara de H. O. De mi admiración por el orden de la ciudad, por los nuevos edificios y calles, que me reconcilian con cierta idea del bullicio y la alegría que había perdido o que no me satisfacía (ni la idea ni la realidad)---
Mañana sigo, Dios mediante---
PS. No olvidarme de la calle, que me ha parecido aún más sombría, donde viví en 1997 y 1998. Ni de los árboles que han crecido: de ahí que también haya crecido la sombra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario