5 de febrero de 2008

Religiones, más religiones

Cantidad de cosas leídas: muchos textos de revistas en su edición "electrónica". No sé si vale la pena leer fotocopias apresuradas (o soy yo el que lee apresuradamente). Tranquilidad, por tanto.

También:

El texto de Ramoneda en El país, que cité aquí el otro día; un artículo de Rosa Pereda, hoy, en el mismo diario: que pone los puntos sobre las íes de la cuestión: la incompatibilidad de una religiosidad "fuerte" con la vigencia efectiva de los derechos humanos.

A lo que dice R. P. yo le pondría un pero, que me parece no pequeño: de la igualdad de los diversos absolutismos religiosos, en cuanto a su potencia teocrática o esclavizadora (es decir, lo que sería, lo que debería ser, la falacia del alegre multiculturalismo de tutti las religiones: la falsedad de la pretensión de una/s alianza/s civilizatoria/s), de esa igualdad básica no me parece a mí que se pueda deducir una crítica del eurocentrismo, o, dicho de una manera más sesgada por mi parte, no se puede olvidar u obviar la procedencia judeo-cristiana-helenista de esos mismos derechos humanos. (Dejando aparte el derecho privado que a cada uno asiste de creer en Dios.)

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Por cierto: el A. Espada de El terrorismo... es plenamente necesario: signo de un periodismo moral que quizás pueda recuperar públicamente lo que públicamente se ha perdido: la decencia, antaño conocida como el reino de los fines---

Y si esto mueve a risa que Dios nos ampare---

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