... por interposición de otro, de un grande:
Desgarrada la nube; el arco iris
brillando ya en el cielo,
y en un fanal de lluvia
y sol el campo envuelto.
Desperté. ¿Quién enturbia
los mágicos cristales de mi sueño?
Mi corazón latía
atónito y disperso.
...¡El limonar florido,
el cipresal del huerto,
el prado verde, el sol, el agua, el iris...!,
¡el agua en tus cabellos!
Y todo en la memoria se perdía
como una pompa de jabón al viento.
(Antonio Machado, Galerías)
***
María Zambrano, en Pensamiento y poesía (1ª ed. en el año de plomo de 1939), cita un verso del poema machadiano para dar ejemplo de la experiencia poética y de la paradójica unidad de la palabra que tiene el deber de sostenerla:
"Mi corazón latía
atónito y disperso."
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Hay un estudio, de Victoria León, del poema en: www.abelmartin.com/critica/leon.html
***
Pero ¿qué es lo que uno tendría que pensar al respecto?
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