Es una horrible bola de nieve (sucia y hasta dolorosa, en la imagen que me hago de ella), que se va acrecentando cada vez más. No capto muchas de las alusiones de los que están en el secreto, por más vueltas que le doy al asunto. La política parece sin alma cuando desciende a los detalles, lo mismo da que nos interese Madrid, Andalucía o el pueblo de uno...
Será que estoy demasiado alejado... ¿de qué? De la verdad y de las sombras. Puede ser. Del gran teatro mundano...
Soy más feliz cuando todo eso me da igual, cuando desprecio la bola de nieve y digo que la desprecio.
Ocupado en la lectura de los blogs políticos, no vivo. Escribiendo que no vivo, algo me toca.
(Al final se acaba cayendo: se quiere estar informado, fundir la falta de vida privada en/con la vida de todos.)
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