... a mi edad
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Ocurre de manera parecida, en cualquier tiempo y lugar: un partido pequeño tiene que hacer mucho ruido, bombardear con los altavoces, rendir a los vecinos de cansancio sonoro y que bajen a escuchar y hablar, a confundir un mitin con un debate, ya que todo da igual (se trata de palabra, discurso, persuasión). A mí me sirvió para entrar un poco en el barrio de la Santa Cruz, otro mundo -ignorado, peligroso a veces- en A., donde alguien -supongamos que con recta intención- situó una guardería infantil, un sitio hermoso y funcional, visto desde fuera.
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