Que existan cuadros de habitaciones con ventanas abiertas a nosotros nos parece lo más normal del mundo, pero el tema solo aparece en la pintura a principios del XIX. En los cuadros de Vermeer hay ventanas de cristales emplomados por las que casi siempre entra una claridad de mañana o tarde con nubes, pero a esas ventanas casi nunca se asoma nadie, y nunca llegamos a saber lo que se ve por ellas. Los personajes de Vermeer permanecen recluidos en sus espacios interiores, en las cartas que leen o en la leche que vierten en un cuenco, en las conversaciones con viajeros que han llegado de lejos. (...) Para escribir a lo largo de muchos años el torrente de palabras de su poesía y de sus cartas Emily Dickinson necesitó poco más que una habitación con una ventana que daba a un cementerio de pueblo. Cuando ya era tan viejo que no podía salir a la calle André Kertész siguió haciendo fotos del paisaje escaso que veía desde la ventana de su apartamento en Nueva York. Quien tiene un cuarto con una ventana ha encontrado su sitio en el mundo.(A. Muñoz Molina)
Ventanas, novelas, poemas, fotografías...
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La exposición...
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