La libertad, si el vocablo tiene que acabar significando algo, es o se reduce a un estado interior. Un esquema del tiempo, en el tiempo. No sé decirlo mejor, aunque tengo clara cuál es mi intención. Vaciarlos de contenido, deshacerlos o desactivarlos (a la libertad y al tiempo), requiere ocupar ese esquema con pensamientos, absurdos a poder ser, o con trabajos embrutecedores y/o rutinarios. La gracia del asunto (ironía o pretensión) ha sido lograr eso con los sistemas escolares en Occidente.
***
Me duele y/o me arde la espalda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario