24 de mayo de 2011

J. L. L.-A.

(Catolicismo y protestantismo...)
Concede que tiene su valor,
al filo del medio siglo,
saliendo de las filas azules
(Falange Española Tradicionalista
y de las JONS),
cincuenta años después de Max Weber,
efectuar la modesta proposición
de una forma de vida luterana,
en la España de Frascuelo y de María,
por mucho que el ministro
Ruiz Giménez...
Traer con la libertad del capital,
la libertad de la conciencia
que va con ella,
siendo todo el mismo negocio
del mundo, éste, el único.
Traer, desde las filas prietas y afirmadas,
no tú sino G. F. de la M.,
la noticia del fin de los ideólogos,
repitiendo a Daniel Campana,
pues todos sabiáis ya lo que venía.
Este mundo de goce y superficies,
del que aún no han sabido los hombres
que hay que desertar desesperando.

***

En cada una de las décadas hay un think tank del que sale un jilguero que pregona el fin de la lucha de las clases, y si no los aviones dejan caer una bomba fétida y un canto a la democracia expandida. Entretanto los hombres comunes sueñan en sus cuerpos mortales.

Hubo una vez un mochuelo que lo cantó (el crepúsculo de la historia, la escatología hic et nunc), hace más de dos siglos, y que vio en casco de punta una estrella, algunos años después de que el espíritu se hubiera caído del caballo y hubiera muerto en una isla. Más tarde, un hombre bueno aunque gritara alto y otro malnacido y de ridículo bigote proclamaron la misma buena nueva o juicio de los tiempos. El mochuelo había parido un cuervo, si me permitís esta licencia contranatura. Ahora, olvidados de todo, volamos a lomos de megabytes, que son unos vehículos que supuestamente te transportan al futuro, aunque sean unos labios furiosos los que ocupan a deshoras el cerebro que sabe que en algún sitio hay un engaño y ni rastro hay del engañador. Como quien oye un eco perturbador y mira a un lado y a otro y en ningún lugar encuentra la boca que le diera razón.

No hay comentarios: