11 de mayo de 2011

Consiliaria

Nunca se es bastante inteligente. La tontería puede entrar por la puerta de atrás, aprovechando un momento de debilidad. Pero las cosas hay que tenerlas claras, recordarlas y ya está. Así es.

1 comentario:

Jesús de la Palma dijo...

Tengo más que claro que todo es una tontería. Lo malo viene cuando la estupidez me asalta por sorpresa, ahí es cuando todo se complica.