... con un poco de adhesivo---
La película de Bergman se puede reproducir---
No soporto el cine, no tengo paciencia---
Las imágenes sueltas, vale, pero no sé a dónde llevan---
Supongo que el cine se salvará cuando sus mejores momentos se conviertan en fotogramas congelados---
En la medida en que en el film se contienen las imágenes de la frivolidad, un hombre severo como yo encuentra el espejo que le conviene y que le justifica---
Hay un momento, real y exquisitamente malvado, en el que la chica, interesadísima y caprichosa, rehúsa ofrecerle los labios al viejo cónsul y le entrega, en su defecto, una copa de champán. La curiosidad, no exenta de bondad, de la muchacha, in crescendo, acompaña el progresivo cansancio del maduro y arriesgado caballero---
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