Reflexiones de Morelli, alter ego, en Rayuela:
-cap. 141, no sé cuál más, y el cap. 62, origen de la novela 62. Modelo para armar. Ahora entiendo por qué no leí (no conseguía entender) esta última novela. No hay nada que comprender, puesto que los actos no están regidos ni por la razón ni por la voluntad, sino que responden a reacciones físicoquímicas. Cortázar anota, citando a L´Express, las investigaciones al respecto de un científico sueco, Holger Hyden. Años después, pocos, vendría el gran intento (sociobiología) de reducir la conducta a genes (Wilson, y luego Dawkins su profeta). Loables estos empeños de empuñar la sirla ocamista e ir desbrozando el terreno de fantasmas metafísicos. Hasta que llegó E. P. y reinó la tontería en este lugar de nada (Europa): el hombre es sus hormonas. Sus emociones, cuchichean las comadres.
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