21 de abril de 2011

Proposición

Escribes. Estás perdido. Tú mismo te has echado del paraíso. Si vuelves a mirar atrás, a la felicidad de la ciudad o del jardín, al recuerdo de los seres que lo habitan, estás perdido. Te conviertes en estatua de sal (quiero decir memoria). Construyes una torre de babel creyendo que escalas una montaña y que de allí al cielo... y lo que logras es una confusión de lenguas, hombre. Pretendías ser el ángel que entra por la puerta de servicio. Escribes, manejas tu propia lengua, diferente de todas las otras, incomunicable. Encontrarás otros como tú. Podréis hablar de lo vuestro, [pensar en construir ciudades en el desierto, sin ínfulas de infinito, verticales. Una tienda para resguardarse del calor y las serpientes. También de los relojes.]

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