Prosa de la experiencia

Llueve. Adecento un poco. En la tv juegan Rafael Nadal y David Ferrer la final del Torneo Conde de Godó.

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Nadie por las calles, lavadas por la lluvia, todos los bares cerrados (menos uno, y en él lo mejor del pueblo). Nada, nadie. Salvo unos escasos ingleses y el locutorio de los marroquíes. Faltaría que fuera de noche, que el viento se hubiera llevado el recuerdo de las lunas, que se hubiera abierto paso la luna llena y que todo esto no fuera más que un sueño en el que sombras recortadas por la luz sin color doblan las esquinas y no se hablan.

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Manuel Chaves Nogales, altamente recomendable. Me permito recomendar yo lo primero que leí de él: El maestro Juan Martínez que estaba allí.

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Chifladuras: búsquedas internáuticas de información sobre y textos de Gary Becker, norteamericano, neoliberal, Escuela de Chicago, Premio Nobel de Economía en 1992. A esto me lleva Foucault. Lo único bueno: que no espero entender nada.

"La familia, la conducta del criminal, el índice demográfico, la discriminación racial y hasta los divorcios son objeto de análisis en la teorías de Becker. Sus trabajos están basados en la idea de que el comportamiento de un individuo particular obedece a los mismos principios fundamentales en una serie de dominios diferentes y, en consecuencia, según él, el mismo modelo de explicación puede ser utilizado para el análisis de los aspectos más diversos del comportamiento humano. Las características de este modelo, que Becker denomina "aproximación económica", son las de que los actores particulares se comportan racionalmente, de una manera apropiada a sus fines. Ese comportamiento es descrito como encaminado a maximizar una función de objetivos bien definidos." (El país, 14-10-1992)

También en la misma fecha y lugar:

"Puedo atestiguar que Becker es tan capaz de destruir, con brillantez y sin paliativos y en unos pocos minutos, un papel de un prestigioso colega con varios años de trabajo detrás, como de escuchar durante horas a un desconocido extranjero que le presenta un esbozo sobre un tema del que él nunca ha escrito antes, tomarse la molestia de redactar unos comentarios y dar en el clavo para su. futura reelaboración."

Temible. Una duda: pasado el tiempo, ¿volvería a "romper el papel"? La verdad, ¿consiste en la brillantez del instante?

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Sobre Joseph A. Schumpeter, esta ¿deliciosa? anécdota, que no me resisto a llamar "platónica", que destapa F. Estapé, su introductor en España:

"Schumpeter que tuvo experiencias muy adversas en el mundo de la política (fue ministro de Hacienda en la Austria de la primera posguerra) y de los negocios (presidió un banco -el Biedermann Bank-, que quebró dejando en la pobreza a Schumpeter, quien, excesivamente dado a teorizar, había depositado sus ahorros en su propio banco)... "

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Samuelson, y ya con esto lo dejo y me voy a la calle a escuchar el trino de los pájaros y a ver si encuentro un bar donde tomarme una cerveza, que es lo mío (lo de salir a la calle: trinos + bar).

"¿Qué es entonces lo que ha causado, desde 2007, el suicidio del capitalismo de Wall Street? En el fondo de este caos financiero, el peor en un siglo, encontramos lo siguiente: el capitalismo libertario del laissez-faire que predicaban Milton Friedman y Friedrich Hayek, al que se permitió desbocarse sin reglamentación. Ésta es la fuente primaria de nuestros problemas de hoy. Hoy estos dos hombres están muertos, pero sus envenenados legados perduran."

El caso es que llueve de lo lindo. El mundo es todo lo que acaece: algo de eso sostenía Wittgenstein* y me parece que también Wallace Stevens en alguno de sus aforismos (no tengo el libro a mano).

*Vaya que si lo sostenía, como que es la proposición inicial del Tractatus...