El traje que vestimos, los zapatos que calzamos, los alimentos que ingerimos, rara vez han sido obtenidos por nosotros mismos. No somos como Robinson Crusoe, que, según nos cuenta Daniel Defoe, producía todo lo necesario para satisfacer sus necesidades. Al hacerlo Robinson Crusoe realizaba una actividad económica, indudablemente; pero nosotros no actuamos como él. Por el contrario, cada individuo, dentro de la vida social, se dedica a una sola tarea... (FQ/VF, Política económica, Doncel, 1964, p. 21)
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
21 de abril de 2011
Mitopolítica (De la necesidad de algunos libros en la isla)
A propósito de
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