Una de las ventajas de los Diarios es la posibilidad única que ofrecen de escribir frases imposibles. Crípticas, aun para quienes las escriben. Quizás más que nadie para quienes las escriben. ¿Pueden éstos pretender conocerse a sí mismos? ¿Con qué fundamentos?
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Repetimos en nuestra existencia individual tipos o desarrollos culturales. Pensamos, al principio, en el mundo como terra incognita, de posibles. De ahí la obligación de conocer, la visión positiva de la condena: se tiene toda la vida por delante para purgar el paraíso. Nos alegramos de la expulsión. Sí, nos alegramos, aunque se trate de un pecado antiguo y nosotros no estuviéramos allí. En un primer momento nos alegramos. Luego viene lo necesario, la vaciedad reconocida del pays des possibles, el reconocimiento de lo único. Lebenswelt.
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