8 de diciembre de 2009

La risa, un lujo intempestivo



Yo no sé, en estos alegres días decembrinos, soleados, calmosos, cuál es la actitud que tomaría uno en el trance correspondiente (me refiero a la impresionante fotografía de la edición en papel* en el diario El país de hoy: ¿quién no estudia las caras de los que van a morir?). Quiero pensar que un mínimo de ética, que yo también me acordaría de que hay que devolver los libros, a las bibliotecas o a los particulares, como uno de los ejecutados.


*Voilá:

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