24 de diciembre de 2009

Dios aprieta

Tampoco tiene mayor problema en ahogar. Lo sabe cualquiera que tenga que visitar los hospitales. Le damos la razón a Sch.: la prioridad y positividad ontológica del sufrimiento, respecto a la alegría. Sufre mucho más la víctima de lo que goza el verdugo, podríamos generalizar a partir de lo que se ve en la naturaleza. El dolor infligido acaba en nada, en culpa, en mentira. El dolor sufrido, en un silencio atroz y retumbante por siempre. Feliz Navidad.

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