Se piensa que antes de la muerte se ha cometido el último gran error: que este error representa un horrible pecado. En ese sentido no hay accidentes (salvo los de tráfico), sino el pago que los seres hacen por su injusticia, la obligación de restituir al cosmos lo debido.
Si esto no es así, ¿por qué nos obligamos al examen de conciencia? O a escribir un diario...
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