Un niño ha desarticulado el juguete, y lo entiende.
Un niño aprende a escribir y advierte que el signo que ha trazado es tal cosa. Ha comprendido la relación sígnica, ha entrado en la vida del lenguaje.
Un hombre deshace su lenguaje, y se da cuenta de que sigue funcionando a su pesar, por no sabe cuál secreta mecánica autónoma. Pero tiene que prescindir de la interrogación.
¿Se puede decir que el hombre adulto ha comprendido finalmente el lenguaje?
En cualquier caso: identidad personal y vida social representan las dos fichas del juego. O los dos campos. La conjetura matemáticamente no resuelta. Valga la redundancia.
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