Cómo está el mundo! Yo creía que esto (el recíproco yantarse) era un acontecimiento perteneciente a los sábados noche, después de Informe Semanal, según preceptiva inmemorial de la religión católica o yo qué sé. Sin embargo no: aquí no hay metáfora carnivora aplicada al acto amoroso. Aquí no hay tropo, aquí hay cubierto. Dios mío!
Con aceite de girasol, además... Qué asco, no? Ya puestos a la mesa, mejor un chorreón de aceite de oliva de J., verbigracias. Aónde va a parar!
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