Si no hubiera palabra, ¿qué pasaría con el objeto?
Si no hubiera palabra, si el objeto estuviera en el limbo, ¿declararíamos también inválidas las experiencias?
Si no podemos soslayar la vigencia de las experiencias, éstas ¿de dónde vienen? ¿Las instala algún tono que está presente en el lenguaje? ¿Vienen de atrás del habla?
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