Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
24 de diciembre de 2011
Adán en Babel
Podríamos evocar aquí la teoría benjaminiana del lenguaje. Distingue entre un lenguaje adánico y otro postadánico, que es el nuestro. El adánico tenía la capacidad de nombrar, es decir, de poner nombre a las cosas que respondía a su esencia linguística. Con la salida del paraíso, el hombre perdió esa habilidad. En vez del nombre apareció la palabrería. El hombre postadánico suple su incapacidad de nombrar con aproximaciones linguísticas que rondan la charlatanería. La tarea de la filosofía consiste en separar el grano de la paja hasta dar con el término más ajustado. (Reyes Mate, en CdeRP)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario