Frío -y un poco de Cioran.
También al hilo de Cioran y de tantas historias: huye de la sangre y del suelo.
Será absurdo, pero desde que leo a Gregorio Marañón (el Amiel, no vayamos a pensar que ...) he notado que tengo menos memoria. La inteligencia (la mía) no se ha visto afectada. Pero es que al 0 no le puede pasar nada.
Más que frío: tres grados casi siberianos al salir de la fábrica.
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¿El viajero y su sombra?
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... y una cita de Don Gregorio M. sobre Amiel, que no encuentro...
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Europa, sí, esa entelequia ex futura. Bien está lo que acaba como se merece: mal.
La necedad del occidental es como el río del mito de Er: no la contiene nadie.
1 comentario:
¡Plagiador! Ja, ja, ja.
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