Sigamos el consejo: no ocuparnos ni de política ni de necios. Pero, qué difícil, Dios mío! Porque, por lo menos, la estupidez es un pecado.
Tente!
Bastante tiene uno con aguantarse su cabeza y su alma. Aparte de los centros comerciales, esos purgatorios en vida. Ser pobre = una vocación que la economía capitalista te satisface; la otra -la soviética- también, pero no lo puede decir.
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