I.
(A propósito de Cesare Pavese)
Cuánto sufrimiento, para pronunciar una sola sentencia. Escrita luego en arena, en nieve: no sería menos sólida si fuera depositada en el viento; hasta ese punto se necesitan materia y forma, la poesía de sus fundamentos prepoéticos. Aunque una experiencia de esa calidad (trágica, abisal) constituye sólo una parte necesaria de la creación: si la observación es sólo voluptuosa, estética, incluso si quiere regalarse un juego de finesse ética, galanteando con el amor propio; esto es, si la conciencia no quiere comprometerse la creación poética se malogra... en la reflexión desvaída, en la entrada de un diario. Aunque el teórico encuentra aquí una veta de oro (¿verdadera?).
II.
Tiempo recuperado: aquél del que surge la instantánea feliz, correspondiente a una situación en que el niño jugaba y era inconsciente, engreído, poderoso. Una vez que se destroza ese espejo (hacen falta años), lo recomponemos: fragmentos de verdad separados por las junturas, lo que significa una totalidad incompleta de significación.
Moraleja: el pensamiento auto-biográfico se siente fascinado por las tríadas: afirmación, negación, afirmación superior; ilusión, desengaño, madurez; infancia, adolescencia, vida adulta (?).
1 comentario:
También en el viento se puede escribir, no? O me dejas sin argumentos... salud!
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