22 de diciembre de 2013

Textos para una rentrée de la socialdemocracia

... se deja ver fácilmente que el empeño en la reivindicación de la responsabilidad individual acostumbra a albergar en la práctica el propósito, poco enmascarado, de vaciar de contenido la noción de responsabilidad colectiva, que a los señalados sectores conservadores les incomoda en la medida en que implica costosos compromisos de solidaridad con los segmentos sociales más desfavorecidos. De ahí que prefieran no continuar hablando de la responsabilidad de la sociedad con los parados, con los enfermos, con los refugiados o, en general, con el conjunto de los excluidos y, en su lugar, propongan hacerlo de la responsabilidad individual de los desempleados en la obtención de su puesto de trabajo, de la de los enfermos en el consumo de sus medicinas, de la de los trabajadores hoy en activo en la previsión de su propia jubilación, y así sucesivamente. (Manuel Cruz, "Meritocracia y competitividad")
Más de lo mismo:
 No deja de ser llamativo que quienes tienen a Popper y a su falibilismo como referencia casi absoluta de autoridad, y no dejan de insistir en la importancia de la incertidumbre y la necesidad de tener dudas, en ningún momento pongan en cuestión la creencia fundamental en la que se basa por completo su propia argumentación, que no es otra que la de que el mercado y la libre competencia todo lo regulan y resuelven. Estos apóstoles de la incertidumbre y de la duda, al par que martillo de herejes de los dogmatismos ajenos, están dispuestos a ponerlo absolutamente todo en cuestión menos eso. Las flagrantes injusticias y desórdenes que pueda haber en nuestra sociedad constituyen si acaso, según ellos, el resultado precisamente de una insuficiente liberalización en todos los ámbitos, insuficiencia ante la cual, claro está, no queda otra opción que la de perseverar en la receta, o sea, más de lo mismo (¿no es ahí donde estamos desde hace demasiado con los dolorosos resultados conocidos por todos?).

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