Pero allí redescubre Jorge Semprún su ser español, cuando escucha los diversos acentos de los prisioneros españoles.
El ser del hombre no está en la naturaleza, en el paisaje. El hombre habita en el lenguaje. El precio puede ser muy alto: señalar con el discurso que no hay pájaros en los cielos de B., porque huyen aterrados. Quizás ocurre que sí el hombre desarraiga en la naturaleza, esta a su vez no entiende al ser humano.
Aquí el documental de rtve.
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